miércoles, 11 de febrero de 2009

Nos caemos a pedazos

Casi iguales (?)


El jueves 28 de agosto por la noche, se manifestó la crisis de mantenimiento y habitabilidad de los edificios en Sociales (desprendimiento del marco metálico de la puerta de un baño en la sede de Marcelo T. de Alvear con riesgo para la seguridad de quienes pasaran por allí). Se unió al paro docente en curso, además de la toma de los edificios por agrupaciones estudiantiles. Se habló mucho sobre las reivindicaciones del paro gremial docente, las cuales incluían una propuesta de aumento salarial de emergencia, jubilación móvil y condiciones presupuestarias y de trabajo adecuadas. A eso se agregó la urgencia de contar no sólo con un esquema de plazos claro para las licitaciones y obras pendientes del edificio nuevo, sino para disponer de recursos de emergencia para el mantenimiento de los edificios actuales hasta que pueda hacerse la mudanza. Hasta aquí todo claro. ¿O no…?
Entre todos los estudiantes se abrió un espacio de debate. Qué hacer, cómo reclamar. Las primeras semanas hubo gran movimiento de opiniones. Luego con el paso del tiempo fueron mermando hasta llegar la hora de volver a clase donde sólo unos cuantos siguieron hablando del tema. El asunto es grave. ¿Pero, qué nos pasa a los alumnos que de repente exteriorizamos ira por doquier hacia las autoridades, y luego con el tiempo nos aclimatamos nuevamente y hacemos como si nada hubiese pasado? El problema clave es la unión. No se puede llevar un reclamo adelante si no hay un consenso dentro de un grupo. Unos piden edificio único (¿cuándo se darán cuenta que es una utopía hasta dentro de 5 años por lo menos?), otros la refacción de las distintas sedes. Otros, en medio de semejante desastre universitario, salen en defensa de los trabajadores despedidos de Pirelli.
En estos momentos debemos dejar los colores de lado. Debemos ser independientes, tenemos una causa común, somos todos estudiantes de comunicación. Los miembros de una agrupación presentan un proyecto, pero claro que su “opositor” ya lo estará boicoteando sólo por el simple hecho de que pierden espacio político. Éstos, son los que empujan a los alumnos a huir de la política universitaria. Los que causan desinterés, enojo y bronca entre los mismos compañeros generando así, la desunión antes mencionada. Esa desunión que hará que nunca lleguemos a nada.

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