martes, 2 de junio de 2009

Extrañando


Extraño es pensar que, talvez, algo de humanidad queda en algunas personas. La mediocridad y la llanura están de moda. Buscar la forma más fácil de ganarse la vida es la meta. A veces te sentís un iluso por no seguir a la mayoría. ¿Ellos son los que aciertan y vos el que anda errando?

Extraño es pensar en la ignorancia. "¿Es o se hace?" repiten a diario los letrados (quienes hacen y deshacen a mansalva). El problema no está en la ignorancia, sino en la omisión. El que ve y mira para otro lado... cómodo y elemental. Otra característica de una sociedad en constante retroceso.

Extraño es pensar en las víctimas y victimarios, que día a día cambian roles respondiendo a intereses concretos pero aún así particulares. No importa la historia sino cuanto me van a dar o a quien le facilito la pelota con un quiebre de cintura esquivo. Egoísmo en estado puro.

Extraño es pensar en el boca en boca. Es usual en el mundo que nos rodea, lanzar acusaciones desde la orilla del desconocimiento tocando fondo en el mar de lo malévolo para que unos pobres ingenuos repitan cual autómatas pensando tener la razón. No se dan cuenta de las aves de rapiña a las cuales responden y glorifican para obtener su diezmo miserable.

Extraño es no ser uno en ciertas situaciones, sino alguien mejor. Mmm pensándolo bien, eso sí es realmente extraño...